A lo largo de muchos años me he dedicado a medir las esferas de piedra precolombinas del Diquís. De una manera algo rudimentaria he medido cerca de 200 esferas, algunas de unos pocos centímetros, otras con diámetros superiores a los 200 cm.

Durante años lo que he hecho ha sido medir el diámetro y la circunferencia. En el caso de los diámetros, he usado un nivel de cuerda para tener una línea horizontal y he colocado dos plomadas en puntos de la circunferencia máxima de la esfera.
Con el fin de tener una idea acerca de la simetría de cada esfera, he tomado entre tres y cuatros puntos para obtener los diámetros y así tener medidas comparativas. Con estos datos, he podido determinar las tendencias en tamaño, calcular pesos y caracterizar a estas singulares esculturas precolombinas.

De los años noventa, cuando empecé con las mediciones, hasta ahora muchas cosas han cambiado, y eso está bien. Ahora otros investigadores se dedican a medir y estudiar las esferas y hay nueva información fundamentada en el uso de aparatos de alta precisión.
Entre las maravillas tecnológicas que se están usando para medir las esferas están los escáneres láser de alta resolución. En Costa Rica, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANANME) de la Universidad de Costa Rica -un laboratorio de referencia y amplio prestigio- posee uno de estos aparatos y, principalmente, tiene un grupo de expertos que saben usarlo e interpretar los datos.

Con el escáner de la fotografía, el mismo equipo del LANANME midió la esfera de mayor tamaño que se ha registrado en el país -la del sitio arqueológico El Silencio-y ahora tenemos un dato sorprendente, y muy importante. De la primer medida de 1991, que daba un diámetro que oscilaba entre los 250 cm hasta los 257 cm, se sabe en este momento que realmente mide 266 cm.

En una publicación reciente de Francisco Corrales y Adrián Badilla, arqueólogos del Museo Nacional de Costa Rica, he leído la información sobre la nueva medición. En la misma también indican que se ha calculado el peso de la esfera en 26 toneladas.
Esta nueva medida muestra que la esfera es más grande y mucho más pesada de lo que se había calculado con las medidas manuales. Igualmente, por un estudio que hicieron en los alrededores, estiman que la materia prima para fabricar esta esfera estaba por lo menos a un kilómetro de distancia del emplazamiento actual.
Es increíble: 266 cm de diámetro y unas 26 toneladas. Que capacidad, que dominio técnico, que grado de organización del trabajo…cuanto esfuerzo colectivo…cuanto trabajo acumulado en un objeto monumental.
Sé que hay muchas personas escépticas para quienes es impensable que los indígenas que vivían antiguamente en esta parte del mundo fueran capaces de pensar, hacer, transportar y usar estas esculturas. Entiendo que no puedan entender las capacidades de pueblos organizados de manera distinta a las sociedades estatales, burocratizadas y militarizadas a las que estamos acostumbrados.
Con desdén se ha estado diciendo que los arqueólogos que estudiamos las esferas y las sociedades a las que están vinculadas las subestimamos diciendo que eran pueblos maiceros, de simples agricultores. Cuanta ignorancia en el entendimiento de las implicaciones de la vida sedentaria, del papel de la agricultura y de las distintas formas de organización social y política que conllevan estas sociedades.
Una esfera de peso pesado como la de El Silencio asociada directamente a un sitio arqueológico de un pueblo típicamente característico del Diquís precolombino es la mejor evidencia de ese «saber hacer» indígena. Ser «maicero» y considerarlo algo despectivo y para gente carente de capacidades atenta contra los pueblos indígenas y es un malintencionado intento de quitarle credibilidad a la investigación realizada por arqueólogos y arqueólogas como yo.
Ojalá el estudio de las esferas y de los sitios donde están se hagan de manera más moderna, interdisciplinaria y con el apoyo de las nuevas tecnologías. Más conocimiento, mejores datos. De mi parte solo quiero guardar las plomadas y el nivel de cuerda. Bienvenidos los escáner láser, la fotogrametría y todos los especialistas y las mejores técnicas para la documentación de este patrimonio.
Un pueblo maicero como el nuestro, con una larga historia agrícola e indígena, necesita de nuevos saberes. Porque somos y existimos, porque fueron y existieron, porque no tenemos dudas. Porque no somos mito ni andamos perdidos en la Historia. Somos parte de la Historia y ahí están las esferas con su peso y su presencia para demostrarlo. Ahí están los indígenas con su peso y su presencia para ratificarlo.
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Nota: en una entrada anterior escribí sobre otro estudio del LANANME y el trabajo de elaboración de las esferas del Diquís. Aquí el enlace:
Aquí también la referencia de la publicación de los arqueólogos del Museo Nacional:
Corrales, Francisco y Adrián Badilla. 2012. Asentamientos precolombinos con esferas de piedra en el Delta del Diquís, Sureste de Costa Rica. Vínculos 35: 19-66.
10 respuestas a “Una esfera de peso pesado”
Intereresante la fasinacion q tenian nuestros ancestros con las esferas
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Excelente artículo! Adelante con los nuevos estudios que nos permitan comprender el trabajo en equipo, llevado a cabo por los pueblos originarios de Costa Rica. Felicidades Ifigenia!
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Gracias Mª Elena. Un abrazo.
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Re: La felicito por su trabajo con las bolas de Diquís. Usted hace con amor, lo que merece ser amado. Atte., mecm
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Muchísimas gracias, Manuel. Le agradezco sus amables palabras.
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Su blog es una fuente de información, muchas gracias por dedicar su tiempo a informar sobre tan grande legado que tenemos en nuestro país. Buen día.
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Muchísimas gracias. Sus palabras me animan a seguir adelante con este proyecto personal pensado desde la alegría y la responsabilidad de compartir el conocimiento.
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Por Dios… que rico enterarse sobre nuestras esferas con semejantes articulos. Gracias Ifigenia.
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Muchas gracias, Miguel por su comentario. Me alegra mucho pero mucho que le haya gustado esta entrada de mi blog.
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[…] he sabido que en estos tiempos modernos las piedras no se miden con un vulgar metro, sino con fotogrametría y escáner láser; eso es porque muchas no son esféricas del todo, pues son esferoides. A ojo desnudo se ve que la […]
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