¿Qué define a las esferas precolombinas del Pacífico Sur de Costa Rica? Cuando me han hecho esta pregunta insisto siempre en que no sólo las define la forma -que sean esferas casi perfectas-, sino también la suma de la simetría, el color, la textura y el volumen que caracteriza a cada una de ellas.

No es lo mismo una esfera pequeña de 20 centímetros de diámetro y 4 kilos de peso, sin pulir, que una esfera de 210 centímetros de diámetro, 9 toneladas de peso y con una superficie alisada, o casi pulida. Aunque las dos hayan sido fabricadas en gabro o en otro tipo de roca, y aunque tengan la misma forma, lo que marca la diferencia es el grado de simetría, el volumen, la textura que haya adquirido por el tratamiento de superficie y el color que refleje por el impacto de la luz proyectada sobre su superficie.

Los elementos que definen y que hace que sean distintas entre ellas señalan diferencias en cuanto al trabajo invertido en su fabricación; diferencias en cuanto a tiempo dedicado a preparar sus superficies para obtener una textura fina, y diferencias en cuanto a los medios requeridos para transportarlas y ubicarlas en sus emplazamientos finales. Todas estas diferencias obedecen a criterios económicos y sociales, más allá del valor simbólico o significado que hayan tenido.

Es posible que el valor social de estas esculturas haya estado determinado por la suma de sus cualidades (simetría, materia prima, tamaño, color, textura). Estas cualidades, unidas al lugar donde fueron usadas y a las prácticas sociales de las que formaron parte, marcaron las diferencias entre ellas y entre las distintas comunidades que las poseían.

Es importante recordar que las diferencias que muestran entre sí las esferas son un claro indicio de que no todas se usaron igual, ni tuvieron el mismo valor social, ni el mismo valor de producción, tampoco el mismo valor simbólico.
A la fecha sabemos que se fabricaron más de trescientas esferas y que fueron usadas en por lo menos 56 comunidades. Algunas de estas comunidades eran sencillos poblados de pocos habitantes; otras, grandes aldeas con cientos de personas. Los espacios donde fueron colocadas también eran distintos, así como la percepción de cada una de ellas de manera individual, o como parte de un grupo de esculturas.

Hubo otros elementos que marcaron las diferencias entre las esferas que escapan a nuestro conocimiento. No sabemos cuál fue la primera que se hizo, ni la que se colocó en un espacio de especial relevancia, ni la que hizo el gran escultor cuyo nombre desconocemos, ni la que se mandó a hacer para celebrar el acontecimiento no conservado en la memoria actual…

A lo largo de los casi mil años en que fueron fabricadas y usadas las esferas cambiaron su sentido y significado. Todavía hoy siguen cambiando y generando nuevas formas de valor (identitario, de prestigio, de exhibición personal, de creación de sentidos de pertenencia, entre otros).
Hoy, al igual que pudo haber sucedido siglos atrás, se aprecian más y se les da mayor valor y relevancia a las grandes esferas, a las que están completas y con las texturas más finas. Las rotas o deterioradas, las pequeñas o poco simétricas no salen en las fotos, y nadie posa junto a ellas. Sin embargo, en cada una hay un valor más allá de lo estético y de nuestras subjetividad; un valor que radica en haber sido hechas, en ser parte de una expresión singular y en materializar una historia de vida que continúa hasta nuestros días.
Muchas cosas definen a las esferas precolombinas. Hoy las sigue definiendo nuestra mirada.
6 respuestas a “Lo que define a las esferas precolombinas: La forma, la textura, el color y el volumen”
A riesgo de llevarme un tunda por opinar sobre lo que no soy experto, osarè referirme a las esferas de Osa y lo que las define: la relaciòn entre su tamaño variante y su ubicacion original en el espacio. Es por esta razon que una esfera en la embajada de washington o en el jardin de la casa de un diputado es un pelotota de piedra, linda y redonda como la luna, pero en su emplazamiento original es parte de un alfabeto olvidado, con un sentido extraño a nuestro entendimiento pero que tuvo su funciòn comunicativa, evocativa etc en otro o en otros momentos. no son pelotas iguales como las cuentas de un rosario, la diferencia de su tamaño generan un ritmo que no debiò ser aleatorio, es de esperar que exista una relaciòn entre su ubicaciòn y tamaño. Es este velo que oculta el enigma lo que las caracteriza porque su textura, su dureza, su forma externa es practicamente identica a muchos otros objetos que encontramos en su cotidianidad pero, como en el caso de la casta virgen, es el tesoro que insiste en mantener oculto lo que cobra relieve ante la mirada inquieta del observador.
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Querido Guillermo: que bueno que haya visitado mi blog y que me haya dejado tan suculento comentario. Como ya es mas de medianoche aquí en Barcelona y tengo que dormir no me voy a extender mucho en la respuesta. Sólo quiero recuperar una frase que leí hace unos días en una publicación del diario El País en relación a un claustro románico que fue trasladado desde su lugar original y reimplantado en otro sitio. Decía el experto que eso ya no era un monumento sino un ornamento. Algo así pasa con las esferas de piedra que han sido movidas de sus lugares originales. Su perdida de sentido, de asociación, les despoja de gran parte de su valor, especialmente si están en propiedades privadas, fuera del acceso público y sin nuevas posibilidades de re-interpretación o re-invención que le pueden dar espacios colectivos en el contexto actual.
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Saludos Ifigenia y mi reconocimiento sincero por la calidad de información e investigación que usted realiza referente al legado de nuestras civilizaciones antepasadas de nuestra región. Soy admirador de las esferas de piedra y los petroglifos que abundan en nuestra región. La interrogante que siempre me hago, es: en nuestro tiempo las esferas se han movido como ornamento de los patios y lugares públicos importantes. Qué garantía hay que una anterior civilización también tomó y movió las esferas de otro tiempo para ornamento o aspectos religiosos? Por ejm. si en estos momentos desapareciera nuestra civilización y cientos de años después encontraran las dos esferas que están en frente de un templo católico como la Catedral de P.Z. qué deducciones erróneas se podrían obtener si no quedara un legado escrito o hablado de por qué están ahí. Creo que los arqueólogos al momento especulan mucho sobre la realidad de estas obras de arte aborigen. Siempre me he hecho la pregunta de cómo llegaron tantas esferas a la zona de Pejibaye de P.Z., inclusive años atrás entrevisté a un tío ya fallecido que vivía en Mollejones de Platanares, el cual sacó ahí entre la montaña, con bueyes y carreta, de una quebrada, dos hermosas esferas de aprox. 60 cm de diámetro, (que vi), siendo posiblemente ellas originarias de otro lugar, pero cómo llegaron hasta ahí?
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Estimado Róger: Perdón por responder días después a su valioso y certero comentario. Tiene toda la razón al cuestionarse el asècto de la movilidad de las esferas. Es muy cierto lo que dice porque las esferas, sean lo sean en cuanto a los significados o sentidos que les otorguemos, en esencia son esculturas móviles. Le transcribo una cita de un gran estudioso de la escultura precolombina americana:
«…inquietas y raramente permanecen en un solo lugar. Se les usa una y otra vez, se les exhuma, se les transporta, se les mutila y se les repara para resurgir en donde y cuando existe necesidad por la gran escultura. Un antiguo megalito incorpora la tradición y por ello invita a su removimiento en tanto que resiste a la destrucción….Fechar megalitos por la evidencia arqueológica circundante y asociada, es como fechar una pieza de escultura por la arquitectura del museo que la contiene hoy en día» (KUBLER 1971:162).
En esencia, estudiar bien una escultura precolombina requiere rigor. Además requiere de buenos datos de contexto y del tener siempre en mente el carácter móvil, permanente y reutilizable de estos objetos
En cuanto a las esferas de Pejibaye de Pérez Zeledón es muy interesante su observación. Hay Varios sitios arqueológicos con esferas ahí y el principal está en el centro del pueblo. Yo he estudiado estas esferas y puedo darle algunos datos: variase ee llas fueron fabricadas en arenisca, un tiepo de piedra poco habitual en las esferas. Esto posiblemente tenga que ver con que era el tipo de materia prima disponible o por una selección especial que hicieron. También hay de gabro como en otros sitios de la región. La gente que vivió en Pejibaye y sus alrededores estaba vinculada con la gente del delta del Diquís. Esta zona era una extensión de los lugares donde se usaron y fabricaron esferas, a diferencia de otros lugares de PZ donde no usaron ningún tipo de escultura en piedra. No puedo extenderme mas en el comentario pero voy a escribir un texto mas largo para otra entrada de mi blog. Gracias por transmitirme sus inquietudes y hacerme pensar.
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Ifigenia, saludos. Muchas gracias por su tiempo y responder a mis opiniones. Excelente siempre sus comentarios e información. Cuánto nos alegra saber que hay personas como usted que dedican su tiempo para valorar las civilizaciones pasadas de nuestro territorio. Me encantaría en algún momento que esté por San Isidro saludarla personalmente.
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Estimada doña Ifigenia:
Ante su solicitud de amistad en Facebook, le envío en enlace a mi perfil profesional en donde comparto información sobre arqueología, arquitectura, artes visuales, patrimonio y otros temas que cubro como periodista en La Nación. Este es el enlace, solo debe presionar » me gusta».
Bienvenida.
https://www.facebook.com/AndreaSolanoBenavidesperiodista
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