Hace un año escribí una nota sobre Finca 4 y todo el drama humano que rodea uno de los sitios arqueológicos más importante con esferas de piedra precolombinas del sur del país. Ha sido el texto más leído en mis dos años y medio de bloguera. Esto me ha impresionado mucho y me ha mostrado que el patrimonio arqueológico descontextualizado del presente tiene poca razón de ser.
Hace dos semanas pasé por Finca 4. Se me partió el corazón ver una casa quemada a raíz de todo el conflicto de tierras, desalojos y otros terribles problemas derivados del injusto sistema judicial y económico de este país. Como siempre le pedí a Diego- sí, Diego Matarrita, el fotógrafo que me acompaña en mis viajes para documentar el sur- que tomara fotos de la casa.
Esta era una antigua casa construida por la Compañía Bananera de Costa Rica para que vivieran sus mandos medios. Es sabido que la arquitectura bananera constituyó todo un sistema que materializaba las relaciones laborales y de poder en la estructura administrativa. Cada casa y el lugar donde vivía cada persona lo ubicaba en la estructura piramidal que la United Fruit Company instauró en toda la América bananera.
No sé quienes ni las razones concretas del por qué quemaron esta casa. Lo que sé es que le prendieron fuego a una casa de más de setenta años. Y es que en Costa Rica, especialmente en la Zona Sur, una casa de 70 años es muy antigua. En este caso, toda su estructura, materiales y cada capa de pintura era una muestra de la presencia bananera. Su integridad arquitectónica la convertía en parte significativa del patrimonio histórico del Pacífico sur de Costa Rica.
No sé hasta donde llegará el conflicto por las tierras de lo que antes fueron las Fincas 2-4, ahora llamadas Fincas Térraba y Changuina. Lo que sé, y me preocupa, además de la complicada situación de las familias envueltas en este conflicto, es que el rico patrimonio arquitectónico sufra y se destruya.
No creo que la casa quemada de Finca 4 sea restaurada. Lo más seguro es que la desmantelarán, y quizá hasta construyan una casa a ras de suelo, de cemento y a lo tico, sin cuidar el contexto en que se encuentra.
Sé que lo importante son las personas. Sin embargo, los lugares también se empobrecen por las acciones humanas. Sería lamentable que se quemaran mas casa, que se generara más pobreza, en este empobrecido Sur.
En su arquitectura bananera, en su riqueza patrimonial cultural y natural …ahí está la riqueza de este pobre rico Sur. Lástima que el sistema y su maquinaria sea tan cruel, tan lento, tan parcializado y tan ciego. Lastima también que los conflictos provoquen el irreflexivo acto de quemar una casa antigua. Como si con esto fueran a destruir el sistema.
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Para quienes quieran leer la nota sobre Finca 4 aquí dejo el enlace:
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