Ya casi llega la navidad con sus regalos. Para la esfera del sitio El Silencio parece que se adelantó. Ya le construyeron un techo, y parece que con esta construcción su sufrimiento y su deterioro -aunque ella no siente- se ve paliado, o por lo menos en parte mitigado.

El sábado pasado visité El Silencio y me encontré con la sorpresa del techo. Es una estructura sencilla, básica: perling industrial, soldadura y saram atado con cuerda. Cuatro columnas en 6X6 metros protegerán ahora a la esfera de 2.50 cm de diámetro y sus cerca de 20 toneladas.

Gracias al periódico La Nación, que es por donde normalmente me entero sobre las acciones que se llevan a cabo sobre las esferas del Diquís, ahora entiendo que el Museo Nacional colocó recientemente el techo sobre la esfera más emblemática de Costa Rica (http://www.nacion.com/vivir/patrimonio/Colocan-techo-proteger-esfera-Silencio_0_1526047389.html).
Esta era una acción necesaria por el terrible deterioro que ha sufrido la esfera, y también un requerimiento para garantizar la conservación de uno de los cuatro asentamientos que conforman el sitio de patrimonio mundial del Diquís.

No sé si este techo será efectivo. Tampoco sé que decir sobre el diseño. La intervención ya se dio. Ahí está. Igual sigue la esfera con sus exfoliaciones, grietas, falta de información y desintegración con su entorno. Imagino que poco a poco veremos más acciones estatales. Es lo justo y lo necesario.
La Navidad ya llegó al Sur. La esfera de El Silencio tiene techo.
2 respuestas a “Un techo para una esfera: llegó la Navidad para El Silencio”
Lastima que se tuviera esa iniciativa con las demás esferas que están en peligro o han empezado a deteriorarse.
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Lo que es lastimoso es que no haya una política clara en el país respecto a la conservación de las esferas en general. Muchos menos existe para otro tipo de bienes patrimoniales como los petrograbados, y ni que decir sobre los sitios arqueológicos en su conjunto.
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