Haber sido grande no significa nada: una pequeña crónica de la gran desgracia de Finca 4

Era 1996.  Era un día horrorosamente caluroso, seguramente en marzo. Yo estaba de gira en Osa como arqueóloga del Museo Nacional encargada del Pacífico Sur y al pasar por Finca 4 vi a un montón de hombres cargando piedras. ¿Cuántos eran? 50, 70 o más. Eran muchos trabajadores; todos ellos doblados por el brutal sol del Sur. Buscaban en el suelo, se agachaban y se levantaban con una piedra entre las manos. Caminaban un trecho y las apilaban.

No podía creer lo que estaba viendo. Le pedí a mi compañero que manejaba el carro que parara. Bajé corriendo, pregunté por el mandador, pregunté qué era lo que estaban haciendo, aunque ya lo había deducido. Me dijeron: son órdenes, tenemos que limpiar esto de piedras para montar un sistema de riego. Les pedí que no siguieran. Me repitieron que eran órdenes, que hablara con el jefe en San José.

Hablé con el mandador, el mandador llamó al jefe, yo me fui a buscar a la Guardia Rural, llamé a la directora del Museo Nacional. Vino la policía, vinieron las fuerzas vivas del cantón de Osa, vino el Jefe de San José, vino el alcalde, vinieron los vecinos, vino quien quiso venir.

El Jefe había tomado una avioneta desde San José y en un plis plás estaba ahí. Lo recuerdo enorme, rubicundo, ojos verdes, cara de niño gigante, vestido con ropa caqui de reminiscencias coloniales, imponente, como sólo lo son los que nacieron en el poder. Él y las fuerzas vivas me pedían explicaciones, gestualizaban, amenazaban. Me gritaban que nada iba a detener el progreso; nada iba a detener el nuevo proyecto bananero para Osa. Bananeras Térraba y Changuina estaban ahí para reemprender lo que la Compañía Bananera de Costa Rica había abandonado en 1984. Un nuevo proyecto con capital nacional, con empresarios nacionales y con nuevas tecnologías. ¿Cómo se me ocurría a mí pedir que se detuvieran, que no destruyeran el sitio arqueológico de Finca 4, que no arrasaran con las secciones 23 y 36 del legendario estudio de Samuel Lothrop? ¿A ellos que les importaba un sitio arqueológico?

Yo soy bajita y en ese momento pesaba unos 48 kilos. El jefe era alto, enorme y quizá pesaba más de 100 kilos. Cuando vino hacia mí sentí su rabia, su ira y su prepotencia. A pesar de su tamaño y de su actitud no me intimidó en absoluto. Había que hacer lo que tocaba y eso era parte de mi trabajo. Hubo una agria discusión, argumentamos, nos enojamos. Todo esto pasaba bajo un sol asesino de media mañana. La gente miraba expectante, la policía no sabía cómo actuar, los trabajadores seguían cargando piedras….

Esa no era época de teléfonos celulares. Para consultar algo había que ir a un teléfono público. Ir y venir; consultar y negociar. Después del mediodía hubo trato. Había que cumplir la ley. Se detenía la movilización de las piedras y se iniciaría un proyecto de rescate arqueológico de urgencia. La empresa ayudaría con trabajadores y el Museo Nacional enviaría personal de inmediato. Algo se podía salvar de Finca 4, del famoso sitio arqueológico de Lothrop, del sitio donde se habían sacado 186 piezas de oro, del sitio con muchas esferas de piedra.

Finca 4 fue el centro principal de los poblados con esferas de piedra del Diquís. Mi inventario ubica 30 esferas de piedra solo en las secciones 23 y 36, muchas de ellas monumentales, así como las únicas hechas de rocas de caliza con datos de contexto. Lothrop lo estudió en 1949 y recolectó la información de un saqueo donde se extrajeron 186 piezas de oro de dos enterramientos, hoy distribuidas entre el Museo del Oro del Banco Central de Costa Rica y Dumbarton Oaks, en Washington D.C..

Finca 4 montículo
Sección de un muro de retención de un montículo precolombino de Finca 4. Foto: Museo Nacional de Costa Rica, 1996.

En las secciones 23 y 36 y en las colindantes se han encontrado montículos, basamentos, esculturas de piedra, vasijas cerámicas y otros elementos arqueológicos. Desde la instalación misma de la Compañía Bananera hace casi 80 años, el lugar  ha sido saqueado y atacado constantemente por las obras de infraestructura de las plantaciones extensivas.

caliza y gabro finca 4
Dos esferas, una de gabro y otra de caliza, encontradas en Finca 4 y ahora colocadas en la orilla de la carretera que va de Palmar Sur a Sierpe.

El rescate arqueológico que estuvo a cargo de Adrian Badilla, en 1996, permitió conocer que había muchas estructuras bien conservadas en Finca 4. Imponentes muros de piedra, estructuras elevadas con esferas en su parte superior, basureros con restos de la vida cotidiana del sitio fueron encontrados en muy buen estado de conservación.

Oro Diquís Museos Banco Central
El sitio arqueológico Finca 4 ha sido uno de los lugares de procedencia de objetos de oro de gran riqueza forma e iconográfica. En el Museo del Oro de la Fundación Museos del Banco Central de Costa Rica se exhiben algunas de estas maravillosas creaciones precolombinas. Pieza de oro del estilo Diquís, Colección Banco central de Costa Rica.

Veo hacia atrás y creo que estar ese día en Osa fue providencial. Sin embargo, tengo el sabor amargo de haber hecho lo de siempre: ir a evaluar, rescatar lo que se podía y dejar el lugar a merced de los poderosos. Me amarga que hayan construido un helipuerto sobre el enorme montículo precolombino del sitio, me atormentan las estructuras arquitectónicas detectadas y dejadas sin estudiar; me hace sufrir la recolecta y dispersión de las pocas esferas que quedaban en el sitio.

Fincas bananera copia
Ocupación precolombina de la zona ubicada entre Palmar Sur y Sierpe hace unos mil años. Ahí destaca Finca 4 y sus secciones 23 y 36 por la gran concentración de restos arqueológicos. Mapa basado en el estudio de Claude Baudez y su equipo en 1990).

¿Por qué Finca 4 ha quedado fuera de todo? ¿Por qué si fue el corazón de los asentamientos con esferas de piedra, quizá el centro del cacicazgo, sigue ahí abandonado?

El proyecto bananero nacional fue un fracaso. Un banco de mas de 100 años de historia quebró en gran parte por los millonarios créditos concedidos a los «empresarios ticos»; la Caja Costarricense del Seguro Social no cobró millones deducidos a los trabajadores; la tierra arrendada por la Cooperativa a los empresarios quedó hipotecada y ahora va a ser rematada por otro banco.

En 18 años, Finca 4 ha sido el centro de disputas más injusto y desigual que he conocido en el Sur.  Se ha visto lo vil y canalla de una parte del empresariado nacional; se ha visto hambre, humillación y vidas extenuadas por luchar contra gigantes creados por el poder. Salarios no pagados; el Estado al servicio de los ricos en detrimento de los pobres; el Estado perdonando a los grandes y castigando a los chicos.

A todo esto, el sitio arqueológico Finca 4 tampoco fue incluido dentro de la lista de sitios patrimonio de la humanidad sometida a UNESCO y aprobada en junio de este año. La gente que vive alrededor del sitio vive con la incertidumbre de un desalojo anunciado para estos días. El Museo Nacional quiere la propiedad del sitio. Pero quiere el pasado; no el presente.

Pasado sin presente no tiene sentido. En Finca 4 existe la oportunidad de salvar el pasado de un sitio arqueológico de gran relevancia y también existe la posibilidad de salvar parte del presente y del futuro de mucha gente que ha sufrido hasta la saciedad. Solo se necesita un cambio; mayor sensibilidad por parte del Estado. Mayor sensibilidad de todos y acciones concretas para que no haya más impunidad y para que no siempre ganen los mismos.

Para conocer más sobre Finca 4:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/bolmuseo/1997/enjn42/enjn06a.htm

http://www.doaks.org/resources/publications/doaks-online-publications/goldandpower/goldandpower05.pdf

18 respuestas a “Haber sido grande no significa nada: una pequeña crónica de la gran desgracia de Finca 4”

  1. QUE TRISTESA EL QUE EN COSTA RICA, TODAVIA NO SE HALLAN MUCHOS QUE RECONOSCAN EL VALOR DEL PASADO.Y DE TENER MUSEOS QUE LE ENSENAN EL PASADO DE NUESTRO PAIZ.A LOS NINOS Y JOVENES. SI ES CIERTO QUE SE ENCUENTRAN PIEZAS PEQUENAS DE ORO AQUI EN ALGUNOS PEQUENOS MUSEOS DEL PAIZ, LA MAJORIA EN CIUDADES COMO NEW YOK, EXTRAIDAS DE COSTA RICA. ME RECUERDO LA PRIMERA VEZ QUE VI UNA DE ESAS PIEDRAS ESFERICAS, ME DIO MUCHA CURIOSIDAD EL RECONOCER SU PASADO. LAMENTABLEMENTE EL GOVIIERNO DE COSTA RICA Y LA EDUCACION POPULAR NO RECONOCEN EL VALOR DE ESTA ARQUIOLOGIA, QUE LASTIMA! PORQUE NUESTRO HA SIDO TAN LENTA EN RECONCER SU CULTURA Y SU PASADO REMOTO?. HASTA QUE ENTREN EXTRANJEROS DE OTROS LUGARES, QUE CON EL TIEMPO SE LLEVAN LO VALIOSO DECOSTA RICA A MUSEOS FAMOSOS DE OTROS PAISES. QUE LASTIMA TICOS! CUANDO VAMOS A DESPERTAD Y VER LO VALIOSO DE LO QUE POSEEMOS?

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  2. Buenisisisimo reportaje…Ifigenia, el gobierno no tiene tiempo para este tipo de sensibilidades…Pero, si debería tenerlo la Municipalidad de Osa ó su Alcalde y Consejo, con énfasis en el designado por Palmar Y…lógicamente todo ciudadano de Osa…La guerra es eterna, por eso necesitamos buenos generales para ganar las primeras batallas….Saludos.

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    • Ví en un programa de antigüedades, según lo referían, la exhibición de una pieza precolombina de Costa Rica, se decía su edad aproximada, y su valor; me dió mucha pena, que se lucre el patrimonio del país en el extranjero. Aún tengo los datos de esta exhibición.

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  3. El dolor de continuar destrozando patrimonio, y si es la huella indígena, con mayor saña. Su nombre, su trabajo y su compromiso se reconocerán siempre, Ifigenia. Que pena la complicidad de un Estado indolente al que su historia importa tan poco!, ¡Finca 4 debe asegurarsele al Museo!

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  4. Hola, muy interesante el artículo, es lamentable todo lo que narra, realmente una tragedia. Yo soy chileno, vivo desde hace algún tiempo en el sur de la península de Nicoya, cerca de Cóbano y muchas personas de la zona me cuentan que es habitual para ellos desenterrar flautas de greda, estatuillas, vasijas, etc…y que las venden a hoteles o turistas y comentan que no hay ningún interés en estudiar esis objetos, me parece increíble, pues son hallazgos únicos y de una riqueza cultural muy relevante. Saludos!

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